Reto de un Juego No "Jugado"

 Decidí jugar ajedrez en mi computadora porque no

tenía el tablero de mesa, y nadie quería jugar 

      conmigo. Gracias a dios por el internet. 

  El ajedrez es un juego clásico que ha existido desde el siglo XV, y para mí, uno de los más difíciles que hay. Es por esto que hasta el día de hoy nunca había logrado terminar un partido, ya que me parecía un método muy difícil y aburrido  de pasar el tiempo. 

   Este juego de mesa cuenta con dos personas que juegan sobre un tablero cuadriculado de 8x8 casillas, en el que se colocan 16 diferentes piezas móviles. Cada una tiene un nombre y movimiento especifico; Hay un rey, una dama, dos alfiles, dos caballos, dos torres y ocho peones. El objetivo es derrocar al rey del oponente, lo que se llama jaque mate. 

   El reto de este juego es que no tiene nada que ver con el azar.  Los dos jugadores que intervienen en el juego tienen las mismas oportunidades, y el ganador es simplemente el que decide mejor. Este hecho me parece que convierte el ajedrez en una gimnasia mental, forzando a los jugadores de crear estrategias nuevas e intentar de descubrir el plan del oponente. 

Mi primer perdida. 

                                                                                                      

Cuatro juegos después, se podría decir
 que soy una maestra en el ajedrez. 

   Al comienzo, tuve dificultades acordándome de los movimientos adecuados de cada pieza, pero como estaba jugando ajedrez online, la computadora me indicaba el movimiento especifico de cada pieza, algo que me ayudo un montón.  Mi primer juego fue rápido, yo como principiante solo me enfoque en mover mis piezas correctamente y derrocar las piezas del otro jugador, algo que al final me perjudico mucho porque me olvide de proteger mi rey, lo que resulto en jaque mate y la victoria del oponente. Sin embargo, no me rendí. Jugué unas cuantas veces más y a partir del cuarto juego ya estaba pensando en varias estrategias y tratando de adivinar los movimientos posibles del oponente. Al jugar ajedrez, descubrí que sin darme cuenta, estaba utilizando varias habilidades para intentar de ganar. Las reglas del juego hicieron que me vuelva más pensativa y me ensenaron a manejar mis reacciones y esperar mi turno. La necesidad de crear diferentes estrategias no solo me forzó a analizar cuidadosamente  el entorno del juego, sino también  a pensar de formas diferentes y desarrollar mi creatividad.